Lo cierto era que la vida le había cambiado las oportunidades se habían presentado y él había tomado la determinación de tomarlas, aún sí se encontraba mirando ese vaso sin resolver nada al respecto. Era tal vez la poca costumbre ante las cosas buenas o quizás un miedo travieso, bah quien sabe.
El minutero terminó de marcar las seis y él ya obtuvo su respuesta...ya estaba, tomó el vaso con firmeza y bebió un largo sorbo de agua.
2 comentarios:
El texto lo escribiste tú? Me gustó, me dejó pensando.
Sì, lo escribí yo. En realidad todos los escritos de este blog son mios ajaja.
Oh pero que genial que te haya gustado hace tiempo que no tenía un comentario por estos lados!
Publicar un comentario